Llevo dos días agobiado. El problema está en que hay demasiadas cosas que quiero hacer: escribir, producir, trabajar, crear, seguir con mi web, aprender nuevas habilidades, visitar cuantos más sitios mejor y hacer todas las actividades turísticas, quedarme en el mismo sitio durante un tiempo y sumergirme en la cultura local, conocer gente interesante, conseguir un trabajo, salir de fiesta y ligar con turistas.
Sin embargo, ni tengo tiempo para hacer todas esas cosas a la vez ni son necesariamente compatibles unas con otras. Por ejemplo, si una noche me quiero ir a la cama temprano para poder aprovechar el día siguiente y escribir, tengo que renunciar a salir de fiesta con la gente del albergue. Eso hace que me sienta mal porque, aunque quiero escribir, también me apetece mucho salir de fiesta, y se que me voy a ir a dormir pensando en el buen rato que me estoy perdiendo. Si, por el contrario, decido salir de fiesta, cuando vuelvo a casa a las 5 de la mañana también me siento mal porque sé que al día siguiente me voy a levantar tarde y no voy a aprovechar el día como me gustaría.
Al final, ¿qué es lo que pasa? Que acabo haciendo un poco de todo sin centrarme en nada en concreto, y eso me deja el regustillo amargo de sentir que no estoy aprovechando el tiempo tan bien como me gustaría.
Céntrate en tu vida y pon todos tus esfuerzos en una sola cosa. Ese es el mejor plan para mejorar, conseguir acabar lo que uno se propone y avanzar. Si vas dispersando tu atención, la regalas a otros en vez de centrarte en ti (a veces hay que ser egoísta) y nunca pones tu foco en un proyecto, nunca avanzarás.
Hoy más que nunca puedes crear tu propio camino, levantarte cada mañana con una sonrisa y vivir a tu manera.