Uno asume lo que pasa, cuando te enfrentas al dolor en soledad. El dolor es inevitable, lo que es opcional es salir de ahí.
¿Qué he aprendido?
De la adversidad es lo que más se aprende, pocas lecciones dan cuando no te pasa nada, cuando todo está bien, es maravilloso. Pero la adversidad me ha enseñado a agarrar la vida con esas ganas de vivir, que la vida no se acaba si tu no quieres y valorar a toda la gente que te quiere. La clave es ver mas posibilidades que limitaciones. Cambia el foco, enfócate en la respuesta, la solución, en lo bueno. Por muy negro que lo veamos todo, siempre hay una luz en el final del túnel. Siempre lo tenemos que tener presente, a veces no tenemos otra opción, nunca sabremos lo más fuerte que tenemos hasta que lo vivimos. Hay que meterte de lleno a la adversidad, una vez que hayamos aprendido la lección.
Estamos aquí para ser felices, no para sufrir, odiar ni estar tristes. Mi mejor amigo me dio el consejo más importante de mi vida, tienes dos opciones, seguir el modo victima y quejarte de todo o cambiar radicalmente pensar en el futuro y luchar por volver. Lo principal para no quedarte en la frustración, es aceptar lo ocurrido. Para que preocuparte por algo que ya no puedes volver a cambiarlo, esto te frustra. En el presente estás con nostalgia pensando en cosas que no van a volver. El día que tu aceptas la situación es cuando aparecen un montón de posibilidades. La autoestima es frágil, yo tengo que trabajarla día a día, le das vueltas a la cabeza, tenemos mucha responsabilidad. Hay que aceptar. Yo pienso que la aceptación es mágica, pero nunca ni con la pena ni la tristeza ni la culpa. Porque esto son emociones humanas pero tenemos que aprender a gestionar. Hay que transformar todas las emociones en positivas. Constancia, perseverancia y fuerza de voluntad. El secreto del éxito no es tratar de evitar los problemas ni deshacerte de ellos, tampoco acobardarte ante ellos. El secreto es crecer tú de forma que seas más grande que cualquier problema.
Vivir el presente, disfrutando de cada instante y mirar al futuro con esperanza y optimismo.
Muchísimas gracias, buenas tardes.
Niko Rosales.