Seguro que estás pensando porque no he escrito más a menudo, que ahora tengo tiempo. Estamos en momentos duros, estáis todos un poco artos de esta mierda de Pandemia Mundial que nos ha tocado vivir. Todos nos enfrentamos en la vida a problemas y obstáculos ante los cuales muchas veces nos quedamos paralizados. ¿No os pasa? A mi si. Nos parece que un problema es irresoluble o que, simplemente, no tenemos el talento o la capacidad necesarios para encontrarle una solución.
Pienso que esta situación inesperada produce estado de shock. Lo que estamos viviendo parece ciencia ficción. Y es normal que el ser humano entre primero en una fase de negación, de decir esto no me puede estar pasando a mí. Más tarde llega la ira, el enfado, el resentimiento, el pensar que en el pasado pudimos hacer más, pudimos ahorrar más o ser más previsores. Es cuando nos atascamos en esa fase de tensión, nos enfadamos con la vida. El estado de rebeldía es un estado lógico, pero desde el punto de vista mental y físico es negativo. De esa primera etapa de enfado hay que pasar a una fase de aceptar la realidad, enfocarse en esta nueva situación y ayudar a las personas.
Hoy en día, también hay muchas personas que han hecho lo posible para sacar adelante sus empresas, trabajos y vidas y que, derrota tras derrota, se sienten sin fuerzas para seguir adelante. Ante ciertos retos, se nos nubla la mente, nos cuesta pensar con claridad mientras notamos que nos invade la angustia, se nos hace un nudo en el estómago y sentimos como si algo nos robara toda nuestra energía. Para que generemos nuestros propios estados de ansiedad es suficiente con que nos imaginemos que en el futuro van a aparecer problemas y que vamos a ser incapaces de resolverlos. La ansiedad es un estado de inquietud en el cual sufrimos en el presente por algo que ni siquiera sabemos con certeza que se va a manifestar en el futuro.
Todo ello hace que sea necesario conocer las profundidades de nuestro interior para comprender mejor de dónde surgen nuestras verdaderas limitaciones. Si queremos aumentar nuestra capacidad para resolver problemas y deseamos potenciar nuestra competencia a la hora de descubrir oportunidades, necesitamos aprender cómo transcender los límites que nuestra mente nos impone. Cuando entendamos por qué actuamos como lo hacemos, podremos empezar a diseñar nuevas estrategias que nos permitan alcanzar lo que hasta ahora nos parecía inalcanzable. Es en este nuevo espacio de posibilidades donde afloran la creatividad, la sabiduría y la energía que transforman por completo nuestra experiencia, al traer una mayor serenidad, ilusión y confianza a nuestras vidas.
Nos vemos en breve, buenas noches
Niko Rosales.